2.1.13

Extrañas variaciones ... (Acta levantada sobre el interrogatorio a J.S. Bach por no presentarse a tiempo a su trabajo de organista)

Acta levantada el 21 de febrero de 1706 (Bach tenía 21 años) Comparece ante Nos el organista de la Iglesia Nueva, Bach. Se le pregunta dónde ha estado últimamente tanto tiempo y quién le dio licencia para ausentarse de su cargo. El: Dice que estuvo en Lubeck, para imponerse allí acerca de diversas cuestiones relacionadas con su arte, y que, antes de ausentarse, solicitó y obtuvo licencia del señor Superintendente. El Dominus Superintendens: Manifiesta que sólo le concedió licencia por cuatro semanas, habiendo, sin embargo, el organista, permanecido ausente cuatro veces más del tiempo señalado. El: Alega que, habiendo dejado a cargo del órgano a una persona que pudiera atender a sus funciones, confiaba que lo haría de tal modo, que no hubiese lugar a ninguna queja. Nos: Le hacemos ver que, en su actuación anterior, el organista Bach introducía en el coral muchas extrañas variaciones y muchos tonos ajenos a la melodía, sembrando con ello la confusión entre los feligreses. Que, en lo sucesivo, cuando quiera introducir un tonum peregrinum, debe desarrollarlo, y no pasar bruscamente a otro, o incluso, como ha solido hacerlo hasta ahora, atacar un tonum contrarium. Es asimismo harto sorprendente que, hasta ahora, no se haya hecho nada de música, de lo que es culpable él, ya que no quiere comportarse con los alumnos como es debido, pues no les explica si se propone tocar, con ellos, música choral o figural. Se le hace saber que no es posible ponerle un maestro de capilla. Si él no quiere encargarse de esto, debe decirlo categóricamente, para que otro lo haga y para que pueda nombrarse a quien asuma estas funciones. El: Manifiesta que, si se le pone un buen maestro, tocará como es debido. Resolvitur: Deberá explicarse en término de ocho días. Eodem: Comparece el alumno Rambach y se le hacen saber las quejas que hay por los desórdenes ocurridos anteriormente en la Iglesia Nueva, entre los alumnos y el organista. Ël: Declara que el organista Bach, primero, tocaba durante un tiempo excesivamente largo y que, cuando el señor Superintendente se quejó de ello, cayó en el extremo contrario, tocando con excesiva brevedad. Nos: Le preguntamos si es cierto que el último domingo, durante el sermón, se fue a la taberna a beber. Ël: Manifiesta que está arrepentido de ello, que no volverá a suceder y que ya los señores eclesiásticos le han reprochado duramente este proceder. Alega que el organista no tiene razón para quejarse de él como director, pues no ha sido él, sino el joven Schmidt, quien ha dirigido. Nos: Le hacemos saber que en lo sucesivo, deberá comportarse de un modo muy distinto y mejor que hasta aquí, pues de otro modo le serán retirados todos los beneficios que viene disfrutando. Si tiene algo que alegar contra el organista, debe aducirlo donde corresponde, y no tomarse la justicia por su mano, sino conducirse de modo que no dé lugar a quejas, como así lo promete. Se notifica al Conserje que comunique al Rector la decisión de que Rambach pase en la cárcel dos horas durante cuatro días seguidos. [Phillipp Spitta, J.S. Bach]

3 comentarios:

emanacion dijo...

GENIAL ESTO!

gabriel dijo...

Gracias !!!

rosamaria dijo...

Indudablemente, en todos lados se cuecen habas. Es la historia de la humanidad.